jueves, 31 de julio de 2014

"La pena máxima", de Santiago Roncagliolo


Ed. Alfaguara, 2014
319 páginas.
18,50 € en papel; 9,99 € ebook.

Santiago Roncagliolo
           






          A Félix Chalcatana Saldívar, el protagonista de esta historia, lo conocíamos de Abril rojo (Premio Alfaguara 2006) y es una de las mejores creaciones del autor. Entonces era ya un fiscal, pues la acción estaba situada en el 2000. Recuperarlo en esta novela es un acierto, porque desde la primera página coloca al lector en una actitud bien predispuesta hacia él y, por tanto, hacia la lectura. Adelantemos que, si bien no supera la maestría de la novela mencionada, tampoco defrauda.
            En esta ocasión, Chacaltana es sólo un funcionario del ministerio de Justicia peruano del escalafón más bajo, y no porque su oficina se encuentre en un sótano, sino por la plaza que ocupa de auxiliar de su archivo con, eso sí, acceso a las denuncias que ante esa administración se presentan, una fuente de información valiosísima para su carácter escrupuloso en el cumplimiento de sus funciones y vocacional en cuanto a la persecución del delito. Demasiado escrupuloso en opinión de sus jefes. 
              El mundo de Chacaltana es limitado: se reduce a su madre, Cecilia, con la que pretende casarse, su jefe inmediato, con quien mantiene una relación singular, y su amigo Joaquín con el que juega al ajedrez. Chacaltana es una buena persona, incapaz de hacer daño a nadie. Su encanto se encuentra en esa mezcla de ingenuidad, culto a la lógica en un país que hace gala de su ausencia, inteligencia y sencillez. Provoca en el lector ansia por protegerlo, y él no hace más que colocarse en situaciones de peligro.
            Durante los mundiales de fútbol de 1978, celebrados en Argentina, Joaquín desaparece misteriosamente, no sin antes dejar en la oficina de Félix una denuncia sobre una extraña migración irregular de un menor que se convertirá en la única pista para desentrañar su inminente asesinato. Chacaltana como buen funcionario y leal amigo, iniciará el procedimiento a su manera, lo que le conducirá a conocer la complicidad del Perú con los regímenes militares de Argentina y Chile, entonces bajo terribles dictaduras, y el horror practicado por los servicios de inteligencia. Una trama bien encajada, que sigue con fidelidad los partidos de fútbol que la selección de Perú jugó en aquel mundial y que van dando título a los sucesivos capítulos.
            La combinación de sentido del humor, misterio, política y un toque de romanticismo, junto a una prosa ágil, garantiza una lectura entretenida a la par que interesante.

            María García-Llberós

jueves, 17 de julio de 2014

El análisis de José Manuel González de la Cuesta sobre "Babas de caracol"

Escrito por José Manuel  González de la Cuesta, en su blog La escritura esférica



Lo único que se me ocurre decir de la novela “Babas de Caracol” es que es una gran novela; una obra de madurez literaria de la escritora valenciana María García-Lliberós, que nos retrotrae a esa gran literatura de novelas que se construyen en torno a la vida de un personaje, como puede ser Onofre Bouvila en la “Ciudad de los Prodigios” de Eduardo Mendoza, o la princesa Selma, maravilloso personaje femenino de la novela “De parte de la princesa muerta”, de la escritora Kenizé Mourad, entre otros. Porque “Babas de Caracol” narra la vida de Berta Astomi Ferrán, una mujer de armas tomar, que transita con su existencia a lo largo del siglo XX, en la que la autora focaliza las miserias de la alta burguesía valenciana durante casi cien años de grandes e importantes cambios sociales. Berta Astomi, una muchacha criada entre los algodones de una familia terrateniente, con grandes extensiones agrarias cercanas a Valencia, ve cómo su carácter alegre y abierto de la juventud se va agriando por la ruptura de un amor equivocado, las presiones de una sociedad muy cerrada sobre sí mismo, y por una familia opresiva, gobernada por un padre demasiado autoritario, hasta convertirse en un mujer huidiza del mundo, con una sola obsesión: cumplir una venganza, para que su nombre quede limpio entre sus descendencia, para la posteridad.
     Este es el hilo argumental de una novela que está perfectamente trazada en sus tempos narrativos, yendo y viniendo del pasado a la actualidad, con una discreción que, a veces, se hace imperceptible. No significa esto que no sepamos en qué momento se encuentra la narración, sino que el fundido que nos traslada de la época pasada a la actual se hace con suma delicadeza. De tal manera que el otro personaje principal, Pedro Ribera, afamado escritor sobre el que recae el encargo de Berta de ajustar cuentas con su pasado a través de la literatura, se mueve con absoluta libertad entre su vida, en plena reconstrucción emocional, y la de Berta Astomi, mediante el proceso de escritura de una novela, que acabará liberando a ambos personajes, Pedro en el presenta y Berta en el pasado, de sus fantasmas.
    En síntesis, “Babas de Caracol” es una novela imprescindible para cualquier amante de la literatura, con unos personajes, principales y secundarios, muy bien construidos, que retratan perfectamente la mentalidad de una época, y las grandezas y miserias de los humanos, plagadas de emociones, odios, amores, virtudes y venganzas, impecablemente escrita y narrada. Una obra con la que podemos decir, que María García-Lliberós ha alcanzado la madurez literaria y narrativa. Encontrarse con una novela así, en una época de tantas banalidades convertidas en libro, es una suerte y una esperanza, que nos deja entrever que más allá de la mercantilización de la escritura, se sigue haciendo muy buena literatura.   

martes, 8 de julio de 2014

"Yámana. Tierra del Fuego", de Emi Zanón

Carena editors, SL. Valencia, 2014.
233 páginas.
16,00 €.

Segunda novela de Emi Zanón después de haber quedado finalista del Premio de Novela Fernando Lara con Su último viaje.
Yámana, Tierra del Fuego se teje en torno al personaje de ficción Kryzsztof Wazyk, antropólogo polaco, Premio Nobel de la paz en 1946, inspirado, a su vez, probablemente, en el misionero Martín Gusinde, antropólogo y estudioso de los indios de Tierra del Fuego con los que convivió 22 meses y de cuya experiencia dejó abundante documentación escrita, aunque con menor reconocimiento público pues nunca tuvo tan preciado galardón.

Emi Zanón
El libro se estructura en dos partes bien diferenciadas y un epílogo. La primera, y la más interesante, toma como escenario Punta Remolino (Isla Grande de Tierra del Fuego), ocupada por los indios Yámana en 1923, nombre que significa pueblo del mar, una comunidad integrada en su entorno, generosa y acogedora que aceptó de buen grado la permanencia entre ellos de Wacyk, a pesar de la negativa experiencia de sus contactos con el hombre blanco desde que Magallanes llegó en 1520.
El texto mezcla elementos de la novela de aventuras y del ensayo científico. Wazyk es un aventurero, un valiente, un pacifista y un hombre atractivo alejado de su familia sensible a los encantos de la bella indígena Kamanakar. También es un investigador y, por tanto, un estudioso y un observador concienzudo, sin interferir en la cotidianidad de los indígenas, de cuya mano iremos conociendo la cultura, forma de vida y de relacionarse de estas gentes, creencias religiosas, mitos, leyendas, lenguaje, alimentación y un sinfín de actitudes ante los hechos que depara la existencia. Llegará a la conclusión de que cuánto más primitivo es un pueblo mayor es su respeto al medio natural. En la historia destacan personajes como Shikz, un jefe de familia nómada del mar, pues viven en una canoa, o Felipe Antonio, el intérprete, hijo de un misionero y una india con el que trenzará una buena amistad, o con Tesk el chamán visionario, que lo aceptará hasta tal punto que permitirá a Mank’ácen, como lo llaman (el “cazador de sombras” porque hacía fotos) participar en la ceremonia del Kina para experimentar el Gran Silencio y aprender la magia y el código ético de los Yámana, en nada inferior al de los pueblos considerados civilizados.
Esta parte es amena, está escrita con agilidad y resulta instructiva. Se lee con interés. Las descripciones paisajistas son hermosas y ricas, en correspondencia con la impresionante belleza de Tierra del Fuego, un enclave que visité hace algunos años y motivo por el que este libro me atrajo de inmediato.
La segunda parte transcurre en Oslo (Tierra de Vikingos), veintitrés años más tarde de su regreso a Europa, en 1946, con ocasión de la recogida del Nobel de la Paz. La autora lo aprovecha para deslizar un discurso, en boca del galardonado, optimista, en el sentido de esperanzador, sobre la necesidad imperiosa del respeto, hermanamiento y paz entre los hombres, al tiempo que cuestiona la teoría evolucionista de Darwin. La ocasión propicia el reencuentro con quien fue su esposa y ajustar cuentas entre ellos. En esta parte la novela pierde fuelle y se torna convencional.
Por fortuna Emi Zanón encuentra la forma de hacer regresar al protagonista a Tierra del Fuego y finalizar su relato con un canto al amor como elemento de salvación.
Recomendable sobre todo para los lectores que quieran aprender deleitándose.

María García-Lliberós

Publicada la reseña en POSDATA, suplemento cultural de LEVANTE-EMV, el 26.09.2014

martes, 1 de julio de 2014

"El gobierno de las damas", de José Miguel Borja

Con grabados de Nassio Bayarri.
El Búho de Minerva Ediciones, 2014

345 páginas.

            José Miguel Borja (Gandía) gusta definirse como un librepensador y lo es, al igual que un hombre que derrocha sentido del humor, tolerancia, amor a la vida y curiosidad por el mundo que le rodea. Estas cualidades se reflejan en su obra literaria, amplia y variada y, en especial, en sus novelas. Una novela de José Miguel Borja garantiza la sonrisa del lector en
cada una de sus páginas y, de vez en cuando, incluso, la carcajada. El gobierno de las damas es un libro divertido que está muy bien escrito. En su conjunto puede calificarse como de una ucronía o utopía aplicada a la historia, utilizando personajes históricos y manipulando la realidad para aproximarla al ideal conformado por la fantasía.
            La acción se ubica temporalmente en el siglo XV, el siglo de oro valenciano, bajo el reinado de Alfonso el Magnánimo, que lo era también de Aragón, Cataluña, Mallorca y Nápoles. Aprovechando una campaña del rey en Cerdeña para sofocar una revuelta y que prolongará luego en Nápoles, su esposa, la reina María de Castilla, una mujer decidida a cambiar las cosas, llevará a cabo el sueño de constituir un gobierno de mujeres. Convencida de la igualdad de derechos entre ambos sexos, se propuso que la concordia y la tolerancia se impusieran en la relación entre ellos. La reina asumirá las relaciones diplomáticas y las de orden interno, Salomé Santángel, hija del banquero, se responsabilizará de las finanzas, Tecla Borja, sobrina de Alfonso Borja quien luego será el papa Calixto III, asumirá el ministerio de felicidad y tolerancia, Scheherezade, esposa del farmacéutico, se dedicará a la sanidad y sor Isabel de Villena de las difíciles relaciones con el estamento religioso. Tan singular gobierno, se apresurará a sustituir los espectáculos de quema de herejes en la plaza pública llevados a cabo por la Inquisición, por lecturas gozosas del Tiran lo Blanc, con gran éxito popular. Asimismo, abrieron la primera escuela de poesía y el primer manicomio de Europa (el del padre Jofré), abolieron el derecho de pernada y el cinturón de castidad y ampliaron en lo posible las libertades civiles para propiciar una atmósfera que favoreciera la abundancia de personas felices o, al menos, con buen humor que son las que mejor saben enfrentarse a los despropósitos que ofrece la vida.
            La novela se estructura como un relato torrencial, en capítulo único, en el que con la astucia narrativa que otorga el oficio, José Miguel Borja nos va contando anécdotas y pequeñas historias que afectan a Ausias March, alconero del rey además de poeta enamorado de Tecla Borja, de carácter escrupuloso, preocupado por conjugar el amor carnal, del que estaba muy necesitado, con el espiritual, cuya ausencia temía, a Alfonso de Borja y al propio rey en escenarios tan dispares como Valencia, Nápoles, Roma, París y hasta la China.
            El amor, los celos, la venganza, el deseo, el placer, siguen siendo los móviles de la conducta humana, mediatizados en ocasiones por la magia y la imaginación, el conocimiento de sucesos que ocurrirán siglos más tarde, porque todo cabe en esta historia llena de agudezas en la que la crítica a cualquier poder, por dura que sea, se presenta envuelta en inteligencia, ironía y sarcasmo.
            Una lectura ideal para los meses estivales, amenizada por los grabados de Nassio Bayarri, un nigromante en la novela y estrecho colaborador del gobierno de las damas.

            María García-Lliberós

Reseña publicada en POSDATA, el suplemento cultural de LEVANTE, el viernes 27 de junio de 2014.

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